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10 CONSEJOS ACERCA DEL MATRIMONIO QUE NECESITAS SABER

Hay muy pocas personas que en realidad saben en lo que se están metiendo cuando se trata del matrimonio.

Yo era una de esas personas.

O sea, todos tenemos una idea de lo que el matrimonio se trata. Tenemos esperanza, sueños y expectativas de cómo será. Vemos películas, idolatramos a los programas de televisión y hasta observamos a los matrimonios que nos rodean para intentar tener una idea de esto que llamamos santo matrimonio. Pero la realidad es que no tenemos ni idea del matrimonio hasta que estamos ahí, ¿no es así?

Hay algunas cosas del matrimonio que yo entendí estando casada, pero hay muchas cosas que nunca me hubiese imaginado.  Y, hasta hoy, todavía hay mucho que estoy aprendiendo. Pero como consejera profesional y, más importante, como esposa, esta última década de matrimonio me ha enseñado diez cosas importantes que antes no entendía por completo.

1. EL MATRIMONIO ES MÁS ÍNTIMO QUE EL SEXO

Creo que una de las primeras cosas que los solteros piensan cuando se trata de matrimonio es en el sexo. En nuestra sociedad, el sexo representa la marca de intimidad dentro de una relación.  Si bien hay mucho valor y cercanía dentro de la relación sexual, un buen matrimonio es lo que se necesita para que haya buen sexo, no al revés.

Antes de casarme, creo que no entendía la verdadera intimidad que viene con el comprometerme con una persona para el resto de mi vida. Dentro del matrimonio, tenemos la grandiosa oportunidad de permitirle a otra persona mirar dentro de tu vida, tu mente, tu corazón y tu propia alma. Ahora, eso es la verdadera intimidad.

2. EL MATRIMONIO REVELA EL EGOÍSMO, PERO PUEDE CULTIVAR EL DESINTERÉS

Yo sabía que tenía la capacidad de ser egoísta, pero no sabía que en realidad yo era egoísta, hasta los… 6 meses de matrimonio más o menos (más bien a las 6 horas en realidad, pero estoy siendo generosa). Desde los momentos tontos como elegir dónde comer y quién se queda con el control remoto, hasta las cosas más importantes como disculparme y poner las necesidades de mi cónyuge antes que las mías; aprendes que el verdadero desinterés es algo que se tiene que vivir.

Es una dura lección que ha ejercitado mi vida espiritual más de lo que pudo haber hecho cualquier otra cosa y, a través de eso, es un hermoso recordatorio de un Dios que desinteresadamente dio todo su amor por mí. Yo estoy aprendiendo a ser más como Él a través de esta parte de mi matrimonio.

3. LA UNIDAD SIGNIFICA… UNO

Todos pensamos en los profundos beneficios espirituales y físicos de la unidad, pero ¿alguna vez consideramos estas cosas: UNA cama, UN baño, UN espejo sobre el lavabo, UNA cuenta bancaria, UN solo presupuesto? En el matrimonio, vuelves a aprender la lección de “compartir” del preescolar, pero la aprendes de una manera no muy de preescolar. Tú aprendes a soltar la mentalidad de lo “mío” y lo “tuyo”, porque en el matrimonio, todo en sí es “nuestro”. Hay algo muy difícil acerca de esto, pero también algo muy hermoso. Esto es un recordatorio de que, al final del día, lo que es mío es tuyo… pero todo lo que tenemos, en realidad, es de Dios.

4. EN ALGÚN PUNTO, TE SENTIRÁS DECEPCIONADO

Yo sé, esta fue una realidad dura. No estoy segura de por qué creí que no pasaría. Soy muy consciente de mi humanidad y la humanidad de mi esposo. Pero por alguna razón, no comprendes del todo esta verdad, hasta que te sucede. Mi esposo y yo nos hemos amado profundamente el uno al otro, pero también nos hemos herido profundamente el uno al otro. Cuando permites que alguien entierre su corazón en el tuyo, no hay duda de que, algún día, vas a sentir dolor. Bien sea en forma de una palabra cruel, una acción desconsiderada o un momento de egoísmo, el matrimonio dolerá. Pero por la gracia de Dios, cada herida prepara el camino para la gracia, el perdón y la restauración. Cada herida es un recordatorio de nuestra necesidad de amar mejor y amar más profundo.

5. TE GUSTE O NO, VAS A APRENDER EL SIGNIFICADO DEL PERDÓN

Con la certeza de ser herido, viene la realidad de que vas a necesitar aprender a perdonar y, a veces, nuestro orgullo puede interponerse en ese intercambio. Pero la mayor lección por aprender es que el verdadero perdón no viene porque la persona frente a ti lo merece, sino porque es lo que sale de un corazón que entiende lo mucho que hemos sido perdonados a pesar de que nosotros, tampoco, lo merecíamos.

6. EL MATRIMONIO TE COSTARÁ

Ni siquiera estoy hablando del costo de la boda.  Eso no es nada en comparación al costo emocional de convertirse en uno.  La verdad es que tú pierdes una parte de ti mismo en la gloria del matrimonio. Tú intercambias un poco de quien eres, por un poco de quien tu cónyuge es. Aprendes a dar y recibir, y luego aprendes a soltar las cosas que en verdad no importan.  Y, al final, te das cuenta de que lo que diste es poco, muy poco en comparación con lo que en definitiva recibiste. El amor es así de bueno.

7. EL AMOR NO ES UN SENTIMIENTO, ES UNA SERIE DE DECISIONES

Hablemos de una visión realista. Antes del matrimonio, no puedes comprender jamás por qué los sentimientos fuertes solo van en aumento. Después, un día te das cuenta de que no puedes confiar en los sentimientos, porque algunos días sientes que ni siquiera se atraen el uno al otro. Los sentimientos vienen, pero también se van. Son una brújula y a veces una guía, pero nunca son los que deben guiarnos. Amar es fácil cuando lo sientes, pero cuando no lo sientes, esa es la prueba del verdadero amor. Es elegir amar, dar y servir por el compromiso que hiciste. Es elegir al otro en vez de elegirte a ti mismo. Esa es la definición misma del amor en su forma más verdadera.

8. EL MATRIMONIO REQUERIRÁ QUE APRENDAS A COMUNICARTE

¿Te gusta hablar? ¿No te gusta hablar?  Bueno, en realidad no importa. Sea cual sea tu tendencia hacia la comunicación, el matrimonio te obligará a sacar todo lo que llevas dentro. Requerirá que analices muy bien tus opiniones, creencias, ideas y sentimientos, y que los compartas con otra persona. Te hará responder las preguntas difíciles y hablar de las verdades difíciles, porque la comunicación es el salvavidas entre dos personas.  No existen atajos. El matrimonio te obligará a que te hagas responsable no solo por lo que dices, sino por cómo lo dices: el tono, el lenguaje corporal, el sarcasmo y todo lo demás.

9. EL MATRIMONIO NO ES EL FINAL DE TU DESTINO

Antes de estar casado, es fácil pensar que el matrimonio es el gran final. Es aquello por lo que soñamos y vivimos. Es la fuerza que nos impulsa hacia ese destino que llamamos vida. ¡Hasta que al fin llega! ¿Ahora qué? Hay un momento extraño en el que te das cuenta que esta relación con la que Dios te ha bendecido es una fracción del gran plan que Él tiene para tu vida.

Tu propósito y pasiones se extenderán mucho más allá de lo que tu relación con tu cónyuge pueda alcanzar. Aún más emocionante, es ver a Dios obrando por esta relación que Él te ha dado, mientras que el amor entre ustedes como pareja se refleja en el mundo que los rodea. El matrimonio no es el fin, es solo el comienzo. Dios tiene mucho más bajo la manga.

10. EL MATRIMONIO TE DA UN VISTAZO DE ALGO MUCHO MÁS GRANDE

Con respecto a esto, sí que aprendes mucho acerca de Dios cuando estás en conflicto con alguien día tras día. Hay una razón por la que Dios usa la analogía del matrimonio para describir su amor por su iglesia, porque ninguna relación se comparará jamás con la intimidad que se intercambia dentro de esta conexión terrenal.

No solo el amor de Dios por nosotros se magnifica a través del lente de un matrimonio saludable, sino que Él usa el matrimonio para formarnos, refinarnos y hacernos pasar por el fuego, haciéndonos más y más como Él a lo largo del camino. Reflejar a Jesús es el honor más grande del que podemos formar parte cuando se trata del matrimonio, pero aún más, es lo único que va a mantener nuestro matrimonio vivo.

Si bien es importante reconocer que hay muchos caminos que llevan a la santidad, tenemos que darnos cuenta de que el matrimonio es sin duda uno de esos caminos.  Yo soy una persona diferente gracias a esta relación sagrada y yo sé que Dios todavía no ha terminado conmigo. Estoy muy agradecida por la bendición del matrimonio y espero con ansias lo que está por venir.

Este artículo es una adaptación de los conceptos e ideas tomados del libro Choosing Marriage; “Elige el matrimonio”.

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