PREGUNTA

Ahora mismo estoy muy confundida. Siento que mi sexualidad está en desorden. Soy mujer y me gustan las mujeres y los hombres. También tengo problemas de identidad de género. No quiero ser una mujer y tampoco quiero ser un hombre. De hecho, me visto de tal manera que la gente no pueda saber cuál es mi género. Soy cristiana y sé que estas cosas están mal. ¡Necesito un consejo!

RESPUESTA DE UNA TERAPEUTA SEXUAL

Hay tantas cosas que no se acerca de tu pregunta. Si tuviera que adivinar, diría que estás en la adolescencia. Si es así, ese es el tiempo en el que se supone que debes decidir quién eres y quién vas a ser. Este es el tiempo en el que muchos jóvenes prueban varias identidades para ver cual queda mejor con ellos. Esto puede ser confuso para algunos, especialmente si tienen un historial de trauma. Por ejemplo, si eres mujer y abusaron de ti puede ser que odies ser mujer, porque si no lo fueras, esto no te hubiera pasado. O si eres hombre y fuiste abusado puede ser que odies tu propia masculinidad o se te haga difícil sentirte masculino. Además, en nuestra cultura, ser andrógino es algo que se celebra. Así que puedo entender por qué esto es confuso para algunos.

Para reflexionar:

1. ¿Es ser andrógina sólo una manera de sentirte única y diferente en un momento de la vida en el que como adolescente intentas probar los límites?

2. ¿Te da una sensación de poder y/o te ayuda a esconderte?

3. Si es así, ¿cuándo comenzó?

4. ¿Qué estaba pasando cuando comenzaste a vestirte de tal manera que nadie supiera tu género?

5. ¿Alguien sabe realmente quién eres?

6. Parece que te escondes—¿te gusta quién eres en el interior, dejando de lado tu sexualidad?

A veces las chicas sienten desagrado hacia ellas mismas y cuando ven una chica que admiran o que parece ser todo lo que ellas desearían ser, creen que están sexualmente atraídas hacia ella, cuando en realidad desearían SER esa chica. Realmente, continúan atraídas sexualmente a los chicos, pero pueden sentir que es igual y esto resulta confuso. Entonces, trata de decidir si esto es lo que está pasando contigo y separa el sentirte sexualmente atraída de solamente sentirte atraída -- son dos cosas totalmente distintas.

Te animaría a que leyeras el libro de Kris, De Mendigo a Príncipe, y que comiences a entender quién eres en realidad. Nuestro género es una parte integral de quiénes somos y cómo nos percibimos. Tal vez pienses que no encajas en el típico patrón femenino de esta cultura, pero eso no tiene que ser algo malo. Gran parte de nuestra identidad de género la obtenemos de lo que aprendemos acerca de cómo un hombre o una mujer debe comportarse en nuestra cultura. Tenemos una visión de la feminidad, pero en otras culturas puede que sea diferente. Así que, no todo comportamiento es innato por el hecho de ser mujer, algunos lo son, pero otros son aprendidos según lo que es aceptable o visto como importante en la cultura. Si tú crees que no encajas en nuestro modelo en particular, puede ser que necesitemos ver mujeres que son más como tú. Saber que Dios te creo para que seas tú, es parte de la aventura que Él ha planeado para ti. Puedes celebrar quién eres porque Él también lo hace. Y en realidad, no podemos saber quiénes somos fuera de Él. Así que, date la oportunidad de conocerlo como el buen padre que es y pasa tiempo en Su presencia. Él se deleita en ti y te hizo a su imagen, Él planeo quién ibas a ser y te creó en el vientre de tu madre. Fuiste planeada de manera intencional y deseada. Fuiste creada para tener propósito y significado, para ser importante y marcar la diferencia.

Si has experimentado algún trauma en tu vida, que pueda estar haciendo más difícil que tú sepas todas estas cosas, quisiera animarte a que busques ayuda de alguien que entienda tu trauma y te pueda ayudar a sanar. Te vas a sorprender de la diferencia que puede generar para ayudarte a celebrar quién eres y deleitarte en tu género. Realmente vale la pena.