Moral Revolution

View Original

NO VIVAS PARA CASARTE. VIVE PARA VIVIR

HE ESTADO TENIENDO MUCHAS CONVERSACIONES SOBRE EL MATRIMONIO

Matrimonio. Matrimonio. Y más matrimonio.

De esto se ha tratado mi vida últimamente. Y no solo porque estoy casada, sino porque he estado teniendo muchas conversaciones sobre el tema, ya que acabo de publicar mi último libro que habla sobre las relaciones: ¡“Love In Every Season”, “El amor en cada temporada”! Es un libro tanto para solteros como para parejas, por lo que "tener la perspectiva" de ambos grupos ha sido una parte necesaria del proceso mientras abordaba este importante tema.

Pero algo que me ha hecho dar un paso atrás es darme cuenta de que vivimos en una cultura que idolatra el matrimonio. No siempre lo respetamos, pero sí que lo idolatramos. Lo ponemos en un pedestal esperando que haga cosas para nosotros que no puede hacer. Y luego terminamos decepcionados. Devastados. Desilusionados. E incluso divorciados.

No es que yo no lo reconociera antes, sino que, al crecer en una cultura cristiana y luego haber ido una universidad cristiana, soñar con el matrimonio era algo común. El matrimonio era el “objetivo final” de un soltero cristiano; vivías para eso.

"Un día… te casarías y entonces la vida por fin comenzaría”.

Y según mis últimas investigaciones, yo he descubierto que las personas todavía se aferran a esta forma de pensar. Una década más o menos más tarde, alcanzar "el objetivo final del matrimonio" es un concepto que está impregnado en nuestro entretenimiento, nuestros mensajes de la iglesia, nuestros colegios cristianos. Se vive para llegar al matrimonio.

No hay nada malo en desear el matrimonio. De hecho, el matrimonio es un deseo que Dios puso en nosotros Él mismo. Yo, por ejemplo, soy conocida por animar a hombres y mujeres a que sean honestos acerca de su deseo por el matrimonio, y que luego sigan ese deseo lo mejor que puedan.

No, lo que más me asusta no es nuestro deseo por el matrimonio, sino nuestras expectativas del matrimonio.

Tenemos una generación de personas que están entrando en el matrimonio con altas expectativas y poco entendimiento. Y cuando lo que creemos sobre el matrimonio se pone a prueba y la realidad nos golpea, eso mismo que pusimos en un pedestal tan alto se derrumba.

Pasamos mucho tiempo glorificando el matrimonio, pero tan poco tiempo preparándonos para el matrimonio.

Tan poco tiempo para conocernos a nosotros mismos.

Tan poco tiempo para sanar de nuestro pasado.

Tan poco tiempo para entender lo que necesitamos en una relación.

Tan poco tiempo determinando el tipo de personas que son una buena pareja, y el tipo que no lo son.

Tan poco tiempo fijando metas y cumpliendo sueños.

Tan poco tiempo viviendo la vida en abundancia.

Pero la cuestión es esta: Jesús no dice que "la vida en abundancia" comienza cuando nos casamos… Él dice que comienza cuando entramos en una relación con Él. Para el creyente en Cristo, la vida en abundancia está sucediendo aquí mismo, ahora mismo, en este mismo momento, sin importar si estás casado o no.

Es importante entender bien esto: el matrimonio puede ser una parte hermosa de tu viaje, pero no es tu destino final. Ni siquiera está cerca. Para aquellos que están viviendo para encontrar el propósito en una relación, yo estoy aquí para decirles que eso no va a suceder, porque no es lo que las relaciones están destinadas a hacer.

El matrimonio no puede darte un propósito.

El matrimonio no puede traerte sanidad.

El matrimonio no puede ofrecerte seguridad.

Si no puedes encontrar estas cosas estando solo, tampoco las encontrarás en el matrimonio. Pero para aquellos que pueden entender estas cosas ANTES del matrimonio, entrarán en el matrimonio más realizados de lo que podrían imaginarse. Y dos personas realizadas en un matrimonio hacen que sea el mejor tipo de matrimonio.

No vivas solo para llegar a casarte. Vive para vivir. Vive para sanar. Vive para crecer. Vive para aprender. Vive para servir a Jesús. Aquí mismo, ahora mismo, donde Dios te ha puesto, porque la vida en abundancia no comienza una vez que te casas.

¡La vida en abundancia está sucediendo ahora!

See this content in the original post