En una generación abrumada por mensajes contradictorios sobre el amor, la lujuría y las relaciones, Moral Revolution es una comunidad de personas radicales que ayuda a definir la sexualidad saludable. Promovemos una cultura de amor, honor, respeto y libertad, proveyendo recursos para equipar y empoderar a la sociedad a vivir en plenitud.
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Como a un familiar que mantienes encerrado en el sótano, la pornografía únicamente sale cuando no hay nadie en casa.
La moralidad se ha vuelto relativa en nuestro tiempo. No es que las personas fueran inherentemente más justas hace un siglo, simplemente actuaban inmoralmente contra los estándares sociales de la sociedad.
Hay personas en la iglesia caminando por ahí con mentalidades que etiquetan al noviazgo como "poco saludable". Queremos exponer las mentiras comunes que surgen de esta mentalidad, y reemplazarlas con la verdad y las escrituras.
No recibí impartición de santidad ni un versículo mágico que quitara mi lucha sexual. Yo era la persona más espiritual que conocía, pero no podía parar de pecar, y no importaba cuán inmediato y sincero fuera mi arrepentimiento o cuán nobles y puras fueran mis intenciones para con todos los que me rodeaban.
Siento que Dios me ha liberado de la pornografía, pero después de tener relaciones sexuales con mi esposa, ¡siento que estoy luchando contra esos mismos demonios otra vez! Ahora mismo esperamos cosas diferentes del sexo. Sin embargo, me siento más victorioso cuando nos abstenemos todos juntos. ¿Cómo podemos lograr que nuestras relaciones sexuales estén más centradas en el amor y sean más íntimas?
No siempre planeo las cosas, y no siempre soy el más rápido cuando se trata de ser honesto… en lugar de raro. Así que he estado al final de una cita de café y de repente me doy cuenta: «No tengo idea de cómo terminar esto. ¿Estoy interesado? ¿Deberíamos hacerlo de nuevo? No creo que quiera hacerlo en otro momento, pero ¿Cómo digo eso? ¿Debería irme? No, deberías decir algo… pero ¿qué?» Por favor, permíteme ayudarte a comunicarte claramente y terminar bien sin importar lo que decidas.
Este blog es para aquellos que se preguntan: “¿Qué sentido tiene esperar para tener relaciones sexuales?” o “¿Por qué parar una vez que ya lo has hecho?”. Espero poder traerles claridad sobre por qué esto es importante, aunque parezca que todos digan que no lo es.
Pornografía: la nueva droga de nuestros tiempos afecta casi a todos los hogares del mundo occidental. Si estás buscando información sobre pornografía, incluyendo por qué es tan frecuente y predominante, llegaste al lugar correcto. Continúa leyendo para encontrar las respuestas a la mayoría de las preguntas más frecuentes acerca de pornografía.
Desde que me puse el anillo otra vez, el disfrutar mi vida empieza a cambiar. Cuando veo una boda, se vuelve un recordatorio no de mi soltería, sino de mi promesa.
La mayoría de nosotros no queremos seguir viviendo con malos hábitos que nos perjudican. Queremos cambiar, pero ¿estamos centrados en las cosas correctas? ¿Tenemos realmente un plan para poder avanzar hacia el cambio que buscamos?
¿Está bien masturbarme para hacer que mi pene sea más grande (no por lujuria o porno)? Estoy esperando al matrimonio para tener sexo, pero también quiero tener un pene grande. ¿Debería dejar de masturbarme?
Chicas, sabemos que tienen preguntas sobre su salud y su cuerpo, y estamos aquí para ayudar a responderlas.
¿Cómo se ve esto prácticamente? Vive una vida plena ahora. Se agradecido e intencional dónde estes; así como dicen, ¡el que tiene tienda, que la atienda! Muchas personas desperdician tiempo valioso “esperando” por la chica o chico de sus sueños y terminan perdiéndose la vida.
El lado positivo de la Revolución Sexual puede muy bien ser nuestro deseo de ver y decir sin vergüenza todo lo relacionado a lo sexual. Al final, nuestra habilidad de ser transparentes y vulnerables acerca de nuestra sexualidad y su formación sí podría ser una respuesta a la oración.
Esposos y esposas que han vuelto a casarse: se necesita el poder de Dios para transformar situaciones disfuncionales en algo hermoso a partir de ellas. Casarse de nuevo es el "belleza en lugar de cenizas" en la vida real (Isaías 61:3).
Hombres, sabemos que tienen preguntas sobre su salud y su cuerpo, y estamos aquí para ayudar a responderlas.
¿Dudas de tus dotes físicos o de tu capacidad para complacer a tu esposa? ¿Te preguntas por qué tu cuerpo hace lo que hace? Tenemos la responsabilidad de cuidar nuestros cuerpos. Aunque no quieras hablar de esto... necesitas hacerlo.
La trata tiene un aspecto muy diferente según la cultura y la comunidad en la que se viva. El aspecto que tiene en los bares de karaoke de Tailandia o Camboya es muy distinto del que tiene en Nigeria, en las calles de Nueva York, en las cantinas de Houston o en los salones de masajes ilícitos de California. Según el Proyecto Polaris, sólo en Estados Unidos hay 25 tipos diferentes de trata, y si seguimos imaginándola de una sola manera, a partir de una sola película, nos la vamos a perder siempre.
Así que la pregunta es... si no lo identificamos, ¿significa que lo estamos alimentando? He aquí tres formas en las que, sin saberlo, puedes estar perpetuando el tráfico sexual
Dios no limita la belleza a un pequeño grupo de personas, como la sociedad tan a menudo lo hace. Él no se detiene en la forma en que Él crea para que todos quepamos en un determinado molde. Dios ha escogido revelarse a Sí Mismo a través de ti de una manera que es completamente diferente a la de cualquier otra persona. Tú eres el único que puede despertar y empezar el día siendo ser quien eres. No escuches las mentiras que vienen de otras personas o del enemigo. No dejes que las personas te pongan límites que Dios no pone.
Supongamos que estás felizmente casado/a, y comienzas un nuevo empleo donde estás rodeado/a de muchas personas muy atractivas. ¿Qué harías? Eres padre, y estás recogiendo a tus hijos de la escuela, donde ves a otros padres y madres atractivos. ¿Qué harías? Sirves en cercanía de otras personas atractivas en el equipo de adoración de tu iglesia ¿Qué harías en esa situación?
Conocí a una mujer joven que estaba en busca ser relevante
Todos los días ella vivía anhelando la aceptación de la gente a su alrededor. Si la conseguía, estaba decidida a conservarlo, y se despertaba al día siguiente tratando de imitar lo que había hecho el día anterior con la esperanza de obtenerla una vez más.
¿Te has dado cuenta de que hay un costo para todo lo que hacemos? Cada “si” a una cosa es un “no” a otra. Cuando le digo si a pasar tiempo con mis hijos (lo cual es algo bueno), significa que tengo que decir no a algo más. Mi “sí” tiene un costo”. Cuando decimos que “sí” a la pornografía, le decimos que “no” a otras cosas que nos traerían vida.
Sí, aún en los sitios gratis, hay un costo cuando acudimos a la pornografía.
En la primera parte de estas serie descubrimos que el sexo podría no ser lo que creemos que es. O al menos no estamos pensando en ello de una forma saludable. Muchos de nosotros estamos buscando libertad y empoderamiento en nuestra sexualidad, pero estamos ligados a lo que ya creemos que es verdad acerca del sexo.
¿Por qué enfocarnos en lo que creemos si podemos ir directo a los datos? Bueno, puedo compartirte nuevas ideas, teología y estadísticas científicas hasta que tu cara se ponga azul, pero si ya estás completamente adoctrinado, entonces ya tienes una idea fija en la cabeza. Lo más probable es que no seas capaz de escuchar todo lo que tengo para decir, porque lo estás escuchando a través del filtro de lo que sabes y lo que has experimentado.
Aunque algunos crecimos en ambientes saludables cuando se trata de sexo, tristemente muchos de nosotros no lo hicimos.
Todos necesitamos evaluar honestamente de dónde venimos si vamos a llegar hacia dónde tenemos que ir, en el área de nuestra sexualidad.
Muchos de nosotros hicimos clic en este artículo en busca de la verdad sobre el tema del sexo. Algunos de nosotros estamos entusiasmados, otros desesperados, algunos simplemente curiosos. Estamos listos para absorber los hechos, encontrar la libertad e irnos, cambiados para siempre... o eso creemos.
¿Por qué, entonces, buscamos, a veces durante años, escuchar la verdad y nos vamos sin haber cambiado? Tenemos las mejores intenciones, pero, por desgracia, nuestras presunciones y nociones arraigadas han moldeado nuestra capacidad (o incapacidad) para dialogar sobre sexo de forma saludable.
Verás, puedo compartir contigo nuevas ideas, teología y estadísticas científicas hasta que te pongas azul, pero si ya estás adoctrinado, ya has tomado una decisión al respecto. Lo más probable es que no seas capaz de escuchar completamente lo que tengo que decir porque lo estás escuchando a través del filtro de lo que sabes o de lo que has experimentado.
No hay por qué avergonzarse de ello; todos hemos pasado por esto. Pero si queremos avanzar y encontrar la libertad, primero debemos darnos cuenta de que es imposible que aprendamos sobre el sexo sin saber dónde lo hemos aprendido ya.
Escucho a mucha gente hablar de su anhelo de formar parte de una comunidad y, con demasiada frecuencia, lamentan no poder encontrarla. Tal vez esto te está pasando ti. Tal vez estás leyendo esto porque anhelas encontrar un lugar al cual pertenecer y nunca consigues conectar.
Dios crea un hombre y una mujer a Su propia imagen, los pone juntos en un jardín y los bendice para disfrutar por siempre de la bondad de Su creación. Adán canta y Eva baila en sus brazos. Dentro de la bendición y el deleite de Dios, paseaban desnudos en el jardín y disfrutaban del sexo. Dos se convierten en uno en todo lo posible — tocando y besando y retozando y saboreando. En todo esto, están ‘desnudos y sin vergüenza’. ¿Te imaginas viviendo en un mundo sin vergüenza? Nunca fue la intención de Dios traer vergüenza al sexo. En el jardín, cuando Dios tenía el mundo exactamente como Él lo creó y deseaba que fuera, este hombre y esta mujer estaban desnudos y sin vergüenza. Desnudos. Sin vergüenza. Sin comparaciones. Sin fingir. Sin estar a la altura del estándar de belleza de otra persona. Sin lujuria, sin fantasía, sin objetos, sin pornografía. Sin presión por ser alguien más; por ser más delgados, altos, oscuros o atractivos. Adán y Eva están hermosamente desnudos, sin nada que esconder y nada que probar. Los cuerpos son suficientes y la realidad es suficiente. Creados en la hermosa e impresionante imagen de Dios, han encontrado su valor en ser simplemente hijos de Dios. Y fue bueno.
¿QUÉ ES LA BELLEZA?
¿Cúanto tiempo te lleva prepararte cada mañana? Tanto hombres como mujeres tomamos una ducha, nos arreglamos el pelo, lavamos los dientes, y hacemos lo posible para lucir hermosos por fuera, pero rara vez pensamos en embellecer nuestras almas. El interés que tenemos a la hora de impresionar a otros ha creado el proverbio “La belleza queda sobre la piel, pero la fealdad llega hasta el hueso.” Cuando la belleza externa es una manifestación del alma sana que yace debajo, se siente auténtica, real y atractiva. Pero cuando tu alma se está ahogando dentro de ti, hambrienta, ignorada y desaliñada, todo lo que haces hacia afuera luce estéril. La belleza es mucho más abarcativa que lo que nuestra sociedad quiere hacernos creer.
El miedo y desconfianza nos impiden avanzar en el matrimonio, pues el temor se aferra de manera tenaz al pasado y se rehúsa a creer que algo mejor puede venir en el futuro. Si queremos que Dios haga algo nuevo en nuestro matrimonio, debemos escoger abandonar el miedo y aceptar lo que el amor traerá en nuestro futuro.
Si estás leyendo esta publicación, hay una alta probabilidad que ya sepas la verdad: dejar el hábito de la pornografía es muy difícil. Hemos trabajado con miles de hombres y mujeres en todo el mundo que se sentían atrapados por la pornografía durante años. Si te sientes de esta manera, tienes que saber esto: no estás solo. Superar el hábito de la pornografía es un proceso largo y desafiantes que conlleva muchos pasos. (¿Paso uno? Se honesto contigo mismo. ¿Paso dos? Se honesto con alguien más). Conforme continúas tu caminar hacia la libertad, el entender por qué dejar [la pornografía] es tan difícil te ayudará. Esta breve guía es un buen lugar para comenzar.
Recuerdo hablar con una amiga justo antes de mudarme de mi ciudad natal y lejos de mi matrimonio. "Si hay un consejo que puedo darte", me dijo, "sería que no te apresures a entrar en otra relación". Le aseguré que era lo último que pasaba por mi cabeza, pero ella insistió. Ella me explicó que había pensado lo mismo cuando su relación anterior terminó, pero se encontró a sí misma siendo sexualmente libre muy rápidamente. Al momento, pensé que su consejo era innecesario. Pero recordándolo ahora, desearía haber tomado en serio sus comentarios. Mi esposo y yo teníamos poco más de 20 años cuando nos casamos. Ambos veníamos de familias cristianas y los dos, milagrosamente, nos habíamos esperado hasta nuestro matrimonio. El divorcio era lo último que pasaba por nuestra mente, y mucho menos tener relaciones con alguien más, pero en pocos años esto se convirtió en una realidad y déjame decirte, no fue nada bonito.
Sé que la iglesia tendrá sentimientos encontrados respecto a esta demostración de orgullo. Algunos se burlarán de la idea de que alguien pueda sentirse orgulloso de un estilo de vida tan aborrecible. Otros se sentirán orgullosos de que sus amigos homosexuales puedan encontrar algo de paz y aceptación. Pueden incluso llegar a preguntarse si ser gay puede no ser tan malo como la Biblia sugiere.