CULTIVA LA CONFIANZA QUE VIENE DE DIOS
Hoy es un día para revelar el filtro de las mentiras desagradables a través del cual nos hemos visto a nosotras mismas durante demasiado tiempo. Un día para descubrir lo que la Palabra de Vida realmente tiene que decir sobre nosotras y establecer eso como nuestro fundamento sólido. Un día para dejar que nuestra gratitud haga que lo que tenemos sea suficiente, más que suficiente en realidad. Cuando somos agradecidas, no hay lugar para la amargura y el descontento. Un día para descubrir el tipo de comunidad de la que queremos formar parte y el tipo de amiga que queremos ser: una que hace a los demás llegar más alto en lugar de tirarlos hacia abajo. Un día para fortalecer nuestras almas, para examinar nuestros pensamientos, nuestras actitudes y nuestras elecciones, y para darnos cuenta de que somos poderosos en ellas. Por último, un día para descansar; para considerar lo que Él nos ha llamado a ser y declararlo bueno. Un día para encontrar la paz que sobrepasa nuestras circunstancias y que viene del mismo Príncipe de Paz. Incluso cuando nuestra vida es tempestuosa, el barco parece estar hundiéndose y el viento embravece a nuestro alrededor, Él trae una calma que mata a la ansiedad. Me gusta llamarla "la paz que no tiene sentido". Es ahí cuando sabes que viene del cielo.
Nos encontramos en una época en la que nuestra identidad está siendo atacada más que nunca. No podemos permitir que el enemigo siga aprovechándose de nosotros. No ignoramos sus maquinaciones (2 Corintios 2:11). Él sabe que cuando conocemos quienes somos, cuando caminamos en la plenitud de nuestra identidad en Cristo, como hijos e hijas del Rey, él pierde. No somos víctimas, somos los vencedores. Cuando los creyentes están en silencio, cuando no están hablando vida ni verdad, y no están viviendo según el diseño de Dios, el enemigo trae consigo lo falso y la confusión. El diablo está confundiendo las identidades sexuales de nuestra generación, haciendo que las personas crean que hay más de dos opciones. Cuando regresamos a Génesis, es muy claro: «Los creó hombre y mujer, y los bendijo y los llamó “humanos”» (Génesis 5:2 NTV). El diablo sigue tergiversando el significado de la masculinidad y la feminidad. También recordamos que él ha sido sutil y hábil en el engaño desde el principio.
“LA SERPIENTE ERA MÁS ASTUTA QUE TODOS LOS ANIMALES DEL CAMPO QUE DIOS EL SEÑOR HABÍA HECHO, ASÍ QUE LE PREGUNTÓ A LA MUJER: —¿ES VERDAD QUE DIOS LES DIJO QUE NO COMIERAN DE NINGÚN ÁRBOL DEL JARDÍN?” - GÉNESIS 3:1 NVI
Desde el principio nos hemos preguntado: “¿Dijo Dios esto en realidad?” o “¿Qué quiso decir en realidad?”. ¿Está tratando de negarte lo bueno? Piénsalo: ¿te has encontrado alguna vez cuestionando si Dios dijo en realidad algo o quiso decir lo que la Biblia enseña de manera clara? ¿Te has preguntado por qué Dios querría privarte de algo que parecía “bueno” para ti?
Eva ya era como Dios, hecha a su imagen. El enemigo la estaba convenciendo de que luchara por algo que ya había recibido.
Convenció a Eva de su carencia cuando ella no tenía ninguna. Piensa en eso por un momento. Ella tenía todo lo que necesitaba. Ella fue hecha a la imagen de su Padre. Ella estaba en una relación con Él, caminando y hablando en el jardín. Eva tenía la aprobación, seguridad, importancia y autoridad; ella era de la realeza en verdad. Nosotras también lo somos. Sin embargo, estamos buscando la importancia que ya tenemos. Tú eres más que suficiente. Tú estás hecha a la imagen y semejanza de Dios. Cuando conocemos la naturaleza y la bondad de Dios, y nos damos cuenta de que somos como Él, eso es más que suficiente. Cuando vemos su poder en acción y sabemos que somos capaces de caminar en ese mismo poder, la vida es una aventura imparable. Cuando tú descubres que su mirada está puesta en ti, su gracia hacia ti, tú cambias para siempre. Nos encontramos como Eva cuando tomamos un bocado de eso que está susurrando la mentira de que nos dará algo que nosotros ya hemos obtenido. Tu enemigo quiere acumular vergüenza y fatiga, mientras que tu Padre tiene gracia y descanso para ti.
Adán y Eva tomaron el bocado, la vergüenza entró en escena. Ellos se dieron cuenta de que estaban desnudos, entonces se escondieron. Cuando estamos llenos de vergüenza, nos escondemos en las sombras. ¿Hay capas de vergüenza en tu vida que te han hecho esconder o retroceder en tu vida? Dios te está llamando a que dejes de esconderte, como lo hizo con ellos aquel día en el jardín. “¿Dónde estás tú?”. "(Insinuación: Él sabe dónde estás; Él solo quiere que sepas que te está esperando. Él te está llamando para que salgas...").
“PERO DIOS EL SEÑOR LLAMÓ AL HOMBRE Y LE DIJO: —¿DÓNDE ESTÁS? EL HOMBRE CONTESTÓ: —ESCUCHÉ QUE ANDABAS POR EL JARDÍN, Y TUVE MIEDO PORQUE ESTOY DESNUDO. POR ESO ME ESCONDÍ. —¿Y QUIÉN TE HA DICHO QUE ESTÁS DESNUDO? —LE PREGUNTÓ DIOS—. ¿ACASO HAS COMIDO DEL FRUTO DEL ÁRBOL QUE YO TE PROHIBÍ COMER?” - GÉNESIS 3:9-11 (NVI)
¿QUIÉN TE DIJO?
Amiga, ¿Quién te dijo...? ¿Quién te dijo que eras un fracaso, que no eres lo suficientemente buena, que eres demasiado de esto y no lo suficiente de aquello? ¿Quién te dijo que no vales nada? ¿Quién te dijo que tenías que tener un aspecto determinado? ¿Quién te dijo que eres incapaz de amar? ¿Quién te dijo que nunca llegarías a nada? ¿Quién te dijo que nunca encontrarás a alguien que te ame? ¿Quién te dijo... (completa la pregunta con tu mentira más común, tus momentos más oscuros, las acusaciones que existen en tu contra)?
Cuando empiezo a sentir que las mentiras revolotean a mi alrededor, siempre sé qué es lo que me impulsará a pelear la buena batalla: reconocer la mentira y su origen es la clave. Antes de que la verdad pueda liberarte, debes reconocer qué mentiras te tienen prisionera. Encuentra el origen de las mentiras, encuentra la puerta de entrada y deja que tu Padre regrese al principio y diga: “¿Quién te ha dicho?”. No queremos vivir nuestras vidas basadas en lo que el padre de mentiras nos ha hecho creer, sino que queremos seguir a nuestro Padre Celestial hacia el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14:6). En cuanto al engañador, Dios declaró la guerra entre la serpiente y la mujer ese día, y ¿adivinen qué? ¡Ganamos! Me encanta esa imagen de Pinterest que no es muy conocida que dice: «Sé el tipo de mujer que, cuando tus pies toquen el suelo cada mañana, el diablo diga: “¡Oh, no! ¡Se ha levantado!”»
¿Te sumas? ¿Te sientes motivada? ¿Motivada para echar al mentiroso y caminar en la plenitud de lo que has sido creada a ser? Creo firmemente en esto: cuando nos vemos a nosotras mismas como nos ve Dios, nuestra confianza aumenta y nuestra verdadera belleza se revela. Cuando nos vemos a nosotras mismas de la manera en que Dios lo hace, vivimos nuestras vidas dentro de nuestro propósito, con pasión. Hablando de “esta chica está en llamas”, cuando ves y caminas en la autoridad y audacia que tienes como hija del Rey de Reyes, eso es pasión. ¿Puedes imaginarte cómo es vivir la vida así? Caminando con la confianza de que no necesitamos la “aceptación” de nadie, porque ya somos aceptadas por El Único. Ya no tenemos que batallar contra las inseguridades diarias, podemos caminar seguras de quienes somos en Cristo. La búsqueda de nuestro valor puede terminar cuando nos damos cuenta de que nuestro valor ya ha sido encontrado. Yo soy quien Él dice que soy. Nuestra motivación puede ser intrínseca en lugar de extrínseca, lo que significa que podemos estar motivadas internamente en lugar de necesitar la aprobación externa de otros todo el tiempo. La motivación es esta fuerza interna y el saber que nada externo nos puede sacudir. No se trata de la confianza en uno mismo, sino de la confianza que viene de Dios. La confianza no es ser capaz de decir “Les voy a gustar”. La confianza es ser capaz de decir “Estaré bien si no les gusto”.
"POR TANTO, EL QUE CREE QUE ESTÁ FIRME, TENGA CUIDADO, NO SEA QUE CAIGA" - 1 CORINTIOS 10:12
TRABAJO PARA EL ALMA
Amiga, tu trabajo de hoy para tu alma es hacerlo: EXAMÍNATE, MUCHACHA. Cierra la puerta, ten un momento de privacidad. ¿Qué ves? ¿Quién te devuelve la mirada? ¿Observas de inmediato tus “imperfecciones” o “defectos”? ¿Son tus primeros sentimientos divinos o están llenos de decepción; son de desprecio hacia ti misma o de amor propio?
Ahora, invita a tu Buen Padre a que te hable. Pregúntale qué es lo que Él ve. Empieza a buscar su voz de verdad por encima de tus a veces estrepitosas mentiras, opiniones y críticas. Deja que Él te haga ver a ti misma como Él te ve.
Si te encuentras luchando, si las mentiras están revoloteando a tu alrededor como un montón de abejas que están zumbando en tu oído, escribe en un papel “¡¿Quién te dijo?!” y ponlo en algún lugar como recordatorio. Esas mentiras no vinieron de tu Padre. Eres muy amada.
Este artículo se tomó del libro devocional de 7 días de Caitlin Zick, Look At You Girl, “Examínate, muchacha”.